«Semper lux»: siempre luz. Cuando Hermann Bansbach funda su empresa en Berlín tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad, gravemente destruida, se queda casi sin electricidad ni luz. Bansbach trae la luz a los tiempos oscuros haciendo la vida más fácil a los berlineses con un cargador de baterías. Cree que la luz tiene un significado social y cultural que va mucho más allá de lo puramente económico.
La empresa ha conservado esta actitud hasta nuestros días. También experimentan la fascinación de aportar a la gente una verdadera calidad de vida con conceptos de iluminación bien pensados. Así es como Semperlux se convirtió en Selux, y cómo el negocio de un artesano de Berlín se convirtió en una empresa que está en casa en todo el mundo con 400 empleados dedicados y ubicaciones en Europa, América del Norte y Australia. Desde sus sedes de Berlín, Lyon y Nueva York, impulsan sus ideas de un futuro extraordinario y están convencidos de que las mejores soluciones se crean juntos, escuchando y comprendiendo.